Carta
Parte
1
Cuando uno comete errores, pueden pasar varias cosas: lo
primero es asimilarlas de la mejor manera para que, en un futuro próximo lejano
ponerlo en práctica, o como lo harían
los orgullosos no asumiendo su errores tratando de echarle la culpa al resto
para sentirse menos culpable, y un sinfín de definiciones quizás más o menos
acotadas, pero hay errores de esas que te juzga toda la sociedad y más encima
tienes que estar encerrado muchos años sin que nadie te venga a visitar, siendo
una situación muy poco decorosa e inimaginablemente deshonrosa.
Tenía una vida bastante acomodada, yo era doctor y
cirujano plástico de la Clínica Alto Paraíso acá en Linares. Estaba casado hace
30 años con María Francisca Bustamante, ella era Profesora de Historia y
Geografía del Colegio Independencia. Con la Mari (así le decía yo
cariñosamente) tuvimos 4 hijos, Juan Rodolfo y Bernardita Fernanda los 2 de 21 (Gemelos),
Francisco Julio (siempre quise ponerle mi nombre a mi hijo, pero, la Mari con los
gemelos no me dejó) de 15 y la Francisca (mi regalona) de 14.
Teníamos con la Mari una familia bastante consolidada,
nuestra relación como pareja era espectacular, recuerdo instantáneamente cuando
nos conocimos en el colegio, nos enganchamos de inmediato, aunque en el periodo
universitario estuvimos un tanto distanciados por los estudios, al tiempo
después volvimos cuando ella estaba en quinto de su carrera y yo en primer año
de internado en el hospital. Cuando nos casamos la Mari estaba esperando a los
gemelos y por ende nuestro matrimonio tanto por el civil e iglesia fueron
breves por su estado de salud. En lo económico no teníamos problema, yo como médico
ganaba un sueldo bastante alto, no así la Mari que ganaba mucho menos que yo,
pero , yo no tenía problema, me alcanzaba para mantener la casa bastante bien,
los gastos de los 4 hijos, la casa que
me compre que era bastante grande: tiene 7 habitaciones para que tuvieran su
espacio personal propio y yo con la Mari teníamos nuestra habitación bastante
grande con baño propio incluido y también tenía una sala de biblioteca para mí
solo, en donde tenía mi computadora para mis temas especiales y personales, mis
libros que tanto me gusta leer, literatura francesa y rusa, mis favoritos , y
mi máquina de escribir, porque también me apasionan las letras.
Hasta el momento todo marchaba bastante bien, en lo
profesional me había destacado muchísimo, tuve unas reconstrucciones faciales
bastante buenas y con un gran resultado para los pacientes, motivo por el cual
había tenido un reconocimiento bastante bueno entre mis pares. Yo en lo particular estaba bastante
obsesionado con nuevos estudios sobre la reconstrucción facial en niños con
quemaduras de agua caliente o accidente violentos (caídas, accidente, mordidas
de perros, las más comunes). Hasta ahí estaba bien en lo profesional, pero,
como le suele ocurrir a las personas que les va bien en lo económico en la
mayoría de los casos descuidan cosas o aspectos importantes de su vida; en mi
caso fue lo que más quería y amaba: Mi familia. Mis hijos ya estaban todos
estudiando, los gemelos estaban en secundaria y los más chicos en primaria y mi
pequeña en sala cuna. La “Mari” Ocupadísima con sus clases de Historia en el
colegio y la veía bastante motivada con un par de horas en la universidad como
profesora también.
La idea de que ella no estuviera con gente más joven que
yo, quizás más apuestos físicamente y más dedicados en conquistar mujeres
adultas y más aun con la típica fantasía sexual del alumno con su profesora,
dicho sea de paso la “Mari” es muy linda y exquisita, con un cuerpo hecho por
el mejor escultor que podría haber. Aún recuerdo con gran nostalgia esas noches
de pasión que pasábamos juntos, cuando yo me salía del internado de la facultad
para ir por medio del bosque que separaba su internado del mío. Siendo joven
uno no mide las consecuencias de que me hubiesen pillado fuera de la facultad y
más encima con una estudiante de otra facultad.
Siendo bien sincero no me gustaba la idea de que fuera a
hacer clases en la universidad, pero respeté su decisión con tal que hiciera
sus clases tranquila. Los primeros meses de la “Mari” impartiendo clases fueron
muy buenos, tenía un curso en la facultad y el director de carrera la había evaluado
muy bien, por lo que la incursión de la “Mari” como profesora de universidad no
había sido tan mala como yo pensaba.
Se terminaba el primer semestre haciendo clases en la “U”
y tuvieron la típica fiesta de final de semestre, los alumnos tenían muy buena relación con ella así que la invitaron a
la fiesta de fin de semestre. Tuvimos que coordinar su ida a la fiesta, a
regaña dientes le digo: Mi amor, usted vaya a la fiesta con sus alumnos, yo veo
acá como lo hacemos para ir a buscarte, porque tomar taxi es muy peligroso, por
última le digo a la Fernanda que se quede con los niños mientras te voy a
buscar.
Yo estaba clara que
la “Mari” bebería un par de tragos de más, y que para evitar que al otro
día amanezca con una resaca de aquellas, preferí tomar precauciones y salir
temprano de la casa, pensando de que me quedaba bastante lejos las universidad,
por lo que aproveche de tomar una autopista para llegar en el menor tiempo
posible a la universidad. Siendo las 3 AM y ya avisada mi hija saqué la
camioneta del estacionamiento y me fui por la autopista en vez de la carretera
tradicional, así acortando el tiempo en más menos 30 minutos llegando a la
universidad antes de lo previsto; estacione la camioneta, me bajo rápidamente
en dirección hacia el salón de honor que era donde hacían todas las fiestas
grandes en la universidad. Con un ruido ensordecedor por las bandas que estaban
tocando en vivo, caminaba mirando las salas, recordando mis tiempos de
universitario.
A lo lejos se escuchaba un par de voces, no les tomé
importancia y seguí mi ruta hacia el
salón y es ahí cuando las voces se transformaron en personas, esta parejita
estaba haciendo algo más que conversar. De curioso me quede escuchando un poco más
atrás de la sala para que no me vieran ni me sintieran, dándome cuenta de que
la real razón de esas voces en la sala era que estaba teniendo sexo. Por los
quejidos de la voz femenina se notaba que la pareja por consecuencia la estaba
pasando bastante bien. Mi intriga fue tan grande que después de 10 minutos
escuchando esos quejidos miré cuidadosamente por la ventana para ver como los
“supuestos” estudiantes tenían sexo, siendo muy grande mi sorpresa, era la
“Mari”, mi mujer, el amor de mi vida estaba teniendo sexo con un estudiante, lo
más probable es que fuese de su facultad. Se me cayó el mundo encima, empecé a
transpirar helado, tuve un poco de taquicardia, simplemente quede congelado
mientras veía a mi mujer teniendo sexo salvaje con su alumno. En un momento
ellos se detienen, pensando yo que me habían escuchado, pero ellos no tenían la
más mínima idea de que to los estaba mirando, estaban con la idea de seguir
experimentando. Ella sale de encima de él, y se ubica de espalda sobre una
mesa, el acomoda una silla frente a las piernas abiertas y sin previo aviso le
empieza a practicar sexo oral a mi mujer, ella se retuerce de placer ajeno y
comienza lenta y muy delicadamente a gemir sin control en la sala de clases. En
ese momento empiezan a correr lágrimas de pena y profunda tristeza por mis
mejillas, tratando de entender porque estaba siéndome infiel, solo podía pensar
en que pude haberme equivocado para que ella buscase sexo por otro lado y con
un hombre 15 años menor que ella.
En eso que trataba de entender porque hacia eso saco mi
celular y empiezo a grabar a la mari en aquel impropio acto sexual, tenía que
tener algún registro visual en caso de que me negara lo que ante mis ojos
estaba claro, en eso creía yo que ya habían terminado porque había parado de
gritar. Ya pensando que el tremendo show acababa de terminar, para mi sorpresa
ellos solo hacían un intercambio de roles y ahora es ella quien le empieza a
practicar sexo oral a su otrora amante. El empieza a quejarse más fuerte, mencionándole
esa orden a la mari; ella no se imaginaba que yo estaba ahí mirándola y para
peor suerte de ella grabándola con las manos en la masa, o en otra cosa puede
ser en esta ocasión. Cuando en un momento el da un gran grito, después de eso
el silencio ya se había apoderado de aquella sala, mientras la mari saca el
miembro de su boca, siendo en ese preciso momento que le salta todo el semen en
su cara. En ese momento no entendía nada, solo atiné a salir caminando lo más
rápido posible para llegar a la camioneta y esperarla ahí, ellos se dan cuanta
que venía alguien por lo que con un susurro muy rápido pero consistente: ¡Viene
alguien, vístete rápido!
Llegué a mi camioneta y entro en ella para ponerme a
llorar a mares, con un desconsuelo y sin entender nada me quedé dormido en el
volante del auto. Pasaron unos 30 minutos (creo yo) cuando siento que golpean
el vidrio del asiento del copiloto, era la “Mari”, la que hasta algunas horas
era la gran mamá, mujer y amante de mi vida, derrumbándose todo lo anterior que
hace una hora, en donde vi a mi mujer teniendo sexo desenfrenado y hasta
salvaje con un alumno que recién venia conociendo. Al final volví a mi cordura
y no quise decir nada, tratando de actuar normalmente presiono el automático de
las puertas para que la “Mari” abriera la puerta, sentándose lógicamente en el
asiento del copiloto. No la quise saludar de beso en la noca porque lo menos
que quería era saborear el gusto a falo de su amante, de inmediatamente la Mari
me noto algo extraño a lo que cual me pregunta: ¿Amor qué pasa? con un tomo lo más
normal posible le contesto a regañadientes; nada Mari, es que quiero irme
rápido para aprovechar de dormir un poco porque tengo cirugía más tarde como
las 11 y a las 9am es la junta con los otros colegas que estarán presente en la
operación, lo cual es verdad así que este trago amargo tuve que tragármelo bien
rápido.
Ya en el auto y en dirección a la casa, la Mari me
contaba lo bien que la había pasado en la fiesta, que los alumnos la quería
mucho, justo ahí decía entre mi (se nota que te quieren mucho) y un sinfín de
cosas y mentiras, porque yo sabía que en realidad tenía una relación bastante
particular con uno de ellos. Nos demoramos 25 tortuosos minutos hacia la casa,
mientras pasaba el tiempo en la conducción me preguntaba ella porque iba
manejando tan rápido, yo en mi rabia y furia no me daba cuenta que iba a una
velocidad bastante imprudente, aunque la excusa que le di fue que quería llegar
rápido para dormir. Llegamos a la casa, guardamos la camioneta y nos acostamos
a dormir.
Parte 2
A la mañana siguiente después de haber sorprendido a mi
mujer teniendo sexo con un alumno créanme que no fue de las mejores, amanecí
con bastante dolor de cabeza, como si hubiese sido yo el que tuvo aquella noche
de desenfreno, preferí levantarme lo más tranquilo, sin despertar a la señorita
de la agitada noche( la Mari), fui y me di una ducha con agua fría( cosa que es
habitual en mi) pero quise hacerla un poco más extensa, quería llorar en la
tranquilidad de la ducha sin despertar sospecha de los niños. Saliendo de la
ducha, con la bata color marrón y ya en dirección a nuestra habitación me topo
con la Sra. Ana (nuestra asesora del hogar) a lo que le digo: Sra. Ana
despierte a la Mari en 2 horas más para que vea a los niños porque la Fernanda
tiene que estudiar en la tarde con sus compañeras y yo tengo para rato en la
clínica con las cirugías. Muy amable como siempre la Sra. Ana me preparó en
café que me gusta, en eso yo voy a la habitación, estando todavía durmiendo la
mujer de mis deseos y también de mi infierno, aquella otrora compañera de mi
vida que arruinó todo por tener sexo casual con un pendejo, ameritando los
hechos hice algo que no era muy frecuente en mí, fui a su escritorio y le
revise el celular, puesto que lo tenía cargando y muy lejos como para sentir
que le estaba revisando el celular, a lo que me doy cuenta que en la bandeja de
mensajería tenía solo un mensaje; obviamente era de quien sospechaba por lo que
rápidamente fui y abrí ese mensaje y decía: “profe hoy nos juntamos en la esquina
sur de la “U” para ir a su cabaña como me prometió, eres una “DIOSA”. Al leer
este mensaje tan vulgar y carnal de su amante hacia mi mujer se me pasaron un montón
de cosas por la cabeza, pero tomé la mejor decisión, no hacer nada en ese
momento, por lo que cuidadosamente saque mi pistola, una 9mm que me compre para
tener en la casa, con clases de tiro y todos los permisos por haber, aunque
sabía que era ilegal tener armamento de fuego en la calle( cuya función es
solamente de los policías) tenía buenos contactos en la policía, mejor dicho,
era amigo de varios generales de la policía, a los que le había hecho cirugías
plásticas a sus señoras, así que sabía que podía acudir a ellos en caso de que
pasara algo más.
Me vestí con mis pantalones azules, un zapato italiano que me había comprado hace poco en las vacaciones que tuvimos en Roma, y una camisa azul con puños blancos y cuello inglés, antes de irme observe a mi mujer, dormida en lo más profundo de su ser, soñando quizás, en la noche de pasión que tuvo, o tal vez en lo que le voy a hacer, quizás, quien sabe. Bajo rápidamente, puesto que estaba un poco justo con la hora y tenía que llegar temprano para la junta con los médicos antes de la operación, por lo que la Sra. Ana sabe perfectamente que hacer en estos casos y me tenía preparado una taza que también sirve como termo, lo que me permitía llevarme el café a la clínica y no perder su sabor ni temperatura, prendo el auto, abro la puerta y enfilo rápidamente en dirección a la autopista que me lleva directamente hacia la clínica.
Me vestí con mis pantalones azules, un zapato italiano que me había comprado hace poco en las vacaciones que tuvimos en Roma, y una camisa azul con puños blancos y cuello inglés, antes de irme observe a mi mujer, dormida en lo más profundo de su ser, soñando quizás, en la noche de pasión que tuvo, o tal vez en lo que le voy a hacer, quizás, quien sabe. Bajo rápidamente, puesto que estaba un poco justo con la hora y tenía que llegar temprano para la junta con los médicos antes de la operación, por lo que la Sra. Ana sabe perfectamente que hacer en estos casos y me tenía preparado una taza que también sirve como termo, lo que me permitía llevarme el café a la clínica y no perder su sabor ni temperatura, prendo el auto, abro la puerta y enfilo rápidamente en dirección a la autopista que me lleva directamente hacia la clínica.
Ya en dirección a la clínica y con la pistola cargada
tomé la decisión más importante de mi vida, cuya acciones me iban a costar
caro, fuera cual fuese el resultado de la misma, lo importante era
enfrentarlos, ojalas en la cama haciéndose pedazos teniendo sexo, ese momento
era el que buscaba por lo que decidí en un actor irracional después de la
clínica seguiría hasta donde fueran a ese parcito, y ojalas verle la cara al
pendejo antes de que sus ojos se llenen de miedo.
La operación fue un éxito, aunque fue la primera etapa de
varias operaciones que tenemos que hacerle a un menos de 13 años que fue mordido por un perro en plena mejilla
derecha, hubo desprendimiento de masa muscular, por lo que tuvimos que sacar un
poco de piel y musculo desde sus muslos para reconstruir todo lo que faltaba y
ver como reaccionaba el cuerpo con su mismo injerto. Ya a la hora de almuerzo
los colegas habían decidido ir a almorzar a un restaurante de comida italiana
en el sector oriente de la ciudad, yo, como era de esperarse preferí quedarme
solo en la clínica, para poder estar tranquilo frente a lo que me estaba
pasando y ver que decisiones tomar, aunque siempre supe que ya tenía la decisiones
tomada. Voy a casino por un café y unas medialunas, cosa que no era habitual en
mí, en eso se me hacer Claudia, una doctora muy amiga mía, mi confidente, mi
partner, considerando a esta una hermana para mí.
Fuimos a un sillón que estaba en un rincón, estábamos solos a esa hora, por lo que decidí contarle lo que me paso; Claudia, la Mari tiene un amante y es un alumno de la universidad, solo con ver su cara de espanto y pavor pude sentir que por fin alguien me comprendía, pero Julio, hace cuanto lo sabes, lleno de recuerdos extraños le conté como fue la historia, con lujo de detalle le narré como los vi teniendo sexo y amándose como cualesquiera pareja a un motel dejándose llevar por la pasión. La pregunta creo que estaba de más, pero era necesario que la hiciera: ¿qué harás?- Yo sé que se juntan hoy a las 21:00hrs en la universidad, en un sector que es poco transitado, creo que irán a alguna parte donde nadie lo vea, los seguiré sigilosamente con un taxi que ya contraté para esto y veré donde van y veremos qué pasa. La Claudia con un tono bastante espiritual me dice: Julio, piensa bien lo que vas a hacer, porque todo lo que hagas hoy, mañana va a tener un resultado que no podrás contradecir, habla con la Mari, cuéntale que sabes todo y se separan y ya, pero no seas tal de hacer una tontera, por favor Julio mira que yo sé todo lo que te ha costado estar donde estas, nunca te olvides de todo lo que te costó estar en la universidad porque tu familia no tenía recursos, piensa en eso. Claudita linda ya tengo la decisión tomada, los seguiré y mañana te cuento que es lo que pasó ¡Bueno!, espero que así sea. Siendo las 20.30 llegó el taxi ejecutivo a la clínica a buscarme, dejando mis llaves con la secretaria y obviamente ya tenía el armamento en el maletín, dejándolo ahí para no causar sospecha. Saludé con todo de prisa al conductor y le di la dirección de la universidad, dándole instrucciones claras de no mostrarse mucho a ese punto. Exactamente a las 21:00hrs y como buenos amantes ocasionales se juntaron en dicho lugar dándose un beso descarado a vista y paciencia de todo el mundo, como si fuesen una pareja, viendo dicha escena supe que la decisiones que había tomado era la correcta. Su amante y ella se subieron más que rápido a las 4x4 que yo mismo le había regalado, paradojas de la vida, prendió el auto avanzando a unas cuadras y enfilando a la carretera dándome cuenta de inmediato que iban a nuestra casa de veraneo en el sector precordillerano, por lo que le di instrucciones precisas al conductor de hacer lo mejor posible para que no se dieran cuenta que los voy siguiendo, y menos el regalito que les llevo en mi maleta.
Fuimos a un sillón que estaba en un rincón, estábamos solos a esa hora, por lo que decidí contarle lo que me paso; Claudia, la Mari tiene un amante y es un alumno de la universidad, solo con ver su cara de espanto y pavor pude sentir que por fin alguien me comprendía, pero Julio, hace cuanto lo sabes, lleno de recuerdos extraños le conté como fue la historia, con lujo de detalle le narré como los vi teniendo sexo y amándose como cualesquiera pareja a un motel dejándose llevar por la pasión. La pregunta creo que estaba de más, pero era necesario que la hiciera: ¿qué harás?- Yo sé que se juntan hoy a las 21:00hrs en la universidad, en un sector que es poco transitado, creo que irán a alguna parte donde nadie lo vea, los seguiré sigilosamente con un taxi que ya contraté para esto y veré donde van y veremos qué pasa. La Claudia con un tono bastante espiritual me dice: Julio, piensa bien lo que vas a hacer, porque todo lo que hagas hoy, mañana va a tener un resultado que no podrás contradecir, habla con la Mari, cuéntale que sabes todo y se separan y ya, pero no seas tal de hacer una tontera, por favor Julio mira que yo sé todo lo que te ha costado estar donde estas, nunca te olvides de todo lo que te costó estar en la universidad porque tu familia no tenía recursos, piensa en eso. Claudita linda ya tengo la decisión tomada, los seguiré y mañana te cuento que es lo que pasó ¡Bueno!, espero que así sea. Siendo las 20.30 llegó el taxi ejecutivo a la clínica a buscarme, dejando mis llaves con la secretaria y obviamente ya tenía el armamento en el maletín, dejándolo ahí para no causar sospecha. Saludé con todo de prisa al conductor y le di la dirección de la universidad, dándole instrucciones claras de no mostrarse mucho a ese punto. Exactamente a las 21:00hrs y como buenos amantes ocasionales se juntaron en dicho lugar dándose un beso descarado a vista y paciencia de todo el mundo, como si fuesen una pareja, viendo dicha escena supe que la decisiones que había tomado era la correcta. Su amante y ella se subieron más que rápido a las 4x4 que yo mismo le había regalado, paradojas de la vida, prendió el auto avanzando a unas cuadras y enfilando a la carretera dándome cuenta de inmediato que iban a nuestra casa de veraneo en el sector precordillerano, por lo que le di instrucciones precisas al conductor de hacer lo mejor posible para que no se dieran cuenta que los voy siguiendo, y menos el regalito que les llevo en mi maleta.
Ya en carretera, yo sabía que el trayecto iba a ser corto
nomas de 45 minutos se demorarían en llegar a la por lo que decidí no pensar
mucho y revisé en mi maleta la pistola, estaba cargada y lista para ocupar
cuando estime necesario. El chofer al ver esto pensó que lo iba a asaltar,
mirándome por el espejo retrovisor a cada momento, vigilándome a cada instante,
a lo que le señalo mis verdaderas intención: Estimado, esa mujer que va con el
“pendejo” es mi mujer con su amante, un joven que debe tener por lo menos 15
años menos que ella, la llevo para darle un susto al “pendejo” nada más. En
realidad la hora se me pasó muy rápido, traté de explicarle todo con lujos de
detalles al conductor para que no se asustase y llamase a la policía pensando
que lo quería asaltar. Llegaron a la casa, por lo que le di instrucciones de
que se estacionase un poco más atrás y se fuera, así no causará sospecha y
pague una fuerte suma de dinero porque se quedara callado, me dejó en un
paradero que hay cerca y se fue. Aproveche la oscuridad para que no me vieran
avanzar, aunque desde lejos los veía como apasionadamente se besaban seguía en
mi propósito de encararlo, pero pensándolo mejor esperaría el momento indicado,
quizás, estaba buscando que reventaran en pasión, buscaba el momento del clímax
para entrar y dejar lo que tenía que pasar. Terminaron el show de besarse y
como era de esperarse no escatimaron en esfuerzos para entrar corriendo a la
casa. Aprovechando ese momento fui corriendo hasta la casa, por suerte se les
había quedado la puerta, entré lo mas sigiloso posible y desde la puerta ya se
escuchaba que la precuela había sido corta porque los gemidos que se mesclaban
entre voces no se hicieron esperar. Deje mi bolso al lado de la puerta,
procurando no hacer mucho ruido, he ahí cuando tomé la brillante decisión de
sacar la pistola, la cargue lo más silencioso posible y empecé a subir por las
escaleras hacia el segundo nivel. Llegando al periplo de las escaleras era
evidente lo que ya estaba pasando, no podía encontrar justificación a lo que
estaba escuchando y tampoco lógica a lo que ya era inconfundible, he ahí cuando
ubicándome detrás de la puerta no aguante más y le disparé a la chapa de la
puerta, hubo un estruendo gigante, mucho humo, astillas por todos lados y un
hueco enorme en la puerta, por lo que atine a patear la puerta y como era de
esperarse la escena no se hizo esperar, ella y el desnudos totalmente, con la
pistola en la mano y apuntándole a él no hice más que disparar nuevamente, esta
vez le disparé a él en su entrepierna, la cabeza de su pene saltó por toda la
pieza, lo más bien explotó, y de paso la bala le dio en la arteria femoral, lo
que le produjo una doble amorraría tanto en la
pierna como en lo que le quedaba de pene. La Mari se puso a llorar inconsolablemente,
a lo que solo atine a responder con un disparo a quemarropa en su cara, cayó el
cuerpo de la mujer de mi vida, lleno de sangre a un costado de mi cama. Al ver
esta escena de dos cuerpos ensangrentados, con sus rostros llenos de dolor, sin
saber qué hacer, sin saber que decirle a mis hijos salí corriendo hacía la
carretera, cuando ahí para mi sorpresa me estaban esperando la policía por lo
que al verme con una pistola solo reaccionó y me disparó a quema ropa, por lo
que caí inconsciente y sin saber sin los 2 realmente habían muerto.
Al abrir los ojos, sentí un gran dolor por mi espalda mi
mis brazos, tenía una luz blanca frente a mis ojos. Trate de moverme un poco
por lo que me di cuenta que estaba esposado y con guardias con armamento vigilándome
las 24 horas, he ahí cuando entendí que algo había pasado, algo que había
salido mal. Ya recuperado enfrenté cargos por el homicidio del amante de la
Mari y parricidio frustrado de mi mujer, por lo menos me sentía conforme de no
haber matado a la mama de mis hijos. La condena final fue de 30 años en total,
por lo que tomé una decisión de libertad y tranquilidad para todos. El cuerpo
de julio fue encontrado sin vida colgado de sus sabanas solo con una carta, que
es lo que estás leyendo en este momento.
Fin
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