miércoles, 15 de agosto de 2012

A mi gran amigo.


A mi gran amigo.

Han pasado muchas décadas
desde la huida de este personaje,
aquel forjador de una amistad
cual hombre era su fortaleza.

En aquellos días de lluvias alegres
caen en gotas los recuerdos de tu nombre,
lazos que se derriten como granizos al sol
momentos de gratitud
esfumados en las plegarias.

La amistad lamentablemente se derrite
los núcleos de confianza
eran inquebrantables,
los errores cayeron
como lágrimas desde las nubes
veinte te quiero inolvidables,
ahondan los recuerdos
tras la lluvia de la tarde.

La ignorancia también hizo lo suyo,
se quedó en tu vida
para quizás ponerle una venda a tus ojos.
El hombre cava su tumba del arrepentimiento
y sepulta una hermandad eterna.

No puedo confiar en las vueltas de la vida,
pues bien a mi soledad
le hace falta un abrazo tuyo.
Lazos disueltos en un rencor inocuo
vosotros éramos,
los recuerdos están incrustados en estas letras.
Esta huida provocada
es una profunda lápida para una disculpa.

Ya hace el poeta caminado en solitario
esa pintura se hace incolora,
en este manifiesto poético circulas,
me siento lleno de gratitud con solo verte pasar
que en tu vida abunde la bondad.
Mi gran amigo, que tengas buen camino.

Toda poesía se ampara en los derechos reservados del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

POR QUE TU COMENTARIO ES FUNDAMENTAL, COMENTA ACÁ ABAJO